Repeated Absences

 Título original: Absences répétées

** 6.8

Año: 1972

País: Francia

Género: Drama

Dirección: Guy Gilles

Guión: Guy Gilles

Duración: 78 min.

Reparto: Danièle Delorme, Nathalie Delon, Patrick Penn, Patrick Jouané, Yves Robert, Thomas Andhersen, Corinne Le Poulain, Gérard Chevalier, Michèle Baker, Richard Berry, Paula Valmond, Max Montavon, Pierre Bertin, Gabriel Cattand, Jacques Castelot, Claude Génia, Xavier Gélin, Jeanne Moreau (voz en "off")

Idioma: Francés con subtítulos en español 

Sinopsis: François trabaja en un banco. Tiene veintidós años y nada parece interesarle en este mundo. El director del banco le convoca y le comunica que vistas sus repetidas ausencias va a despedirle. Esta ruptura con el mundo profesional desencadena en François un proceso de aislamiento irreversible.(avoir-alire.com)

Prix Jean Vigo 1973 

Won

Crítica

Los cantos desesperados son los cantos mas bellos.

El diario íntimo de un adios al mundo de la belleza conmovedora. Tal vez la obra maestra Guy Gilles, contrabandista del cine francés.

Guy Gilles (1938-1996) es uncontrabandista del cine francés, ni realmente al margen, ni completamente dentro del sistema. Ciertamente no pertenece a la “nouvelle vague” aunque es contemporáneo a ella. Pasa también sin cesar (8 largometrajes y una docena de corto) a la télévision (episodios de la serie Dim, Dam, Dom. Proust, el arte y el dolor. Santo, poeta y martir, sobr Jean Genet, ...etc.). Sus obras inclasificables navegan entre la ficción y el diario íntimo, collage poético y ensayo documental.

Cuando comienza “Absences répétées”, apenas se está recuperando de su ruptura con Jeanne Moreau que le llevó a una tentativa de suicidio y la película se nutres de esa experiencia. El protagonista es un joven drogadicto que va cortando progresivamente sus relaciones con todos los que le quieren.

La voz de Jeanne Moreau, cantando la emocionante canción-título escrita por ella misma abre y puntúa la película, colocándolo inmediatamente bajo el sello de la melancolía.

Esta melancolía está presente en cada plano. Caras de desconocidos nos miran, jóvenes y bellos, o viejos atrozmente maquillados como máscaras que quieren huir de su tiempo. Las paredes decrépitas de un viejo Paris, que desaparece, con una belleza aún más conmovedora son recubiertas con anuncios medio arrancados. En el club de baile de siempre, las mismas parejas giran desde hace medio siglo, al son de valses y tangos. Canciones antiguas y viejas fotografías surgen sin previo avisoDes chansons anciennes .

Del invierno a la primavera, los días aparecen en la pantalla acompañados de fases poéticas cortas, o de páginas de cartas que una voz en off lée de vez en cuando. El pasado resurge de repente en breves planos-recuerdo. Los diálogos son casi siempre dichos en tono de confidencia filtrada, pero los cambios de registro se afrontan con franqueza. Una “soirée” mundana da lugar a una actuación en color de Pierre Bertin, como viejo homosexual, a la vez grotesca y llena de brío. 

El actor que interpreta a François, Patrick Penn, emociona en su presencia-ausencia, pero son numerosos los que, célebres o anónimos, aparecen nada más que un instante en “Absences répétées”. Por breve que sea su aparición, Guy Gilles sabe revelarnos la gracia que habita en ellos. 

Su mirada de poeta, de una melancolía indefectible, sabe también hacernos compartir su permanente asombro ante la belleza conmovedora del mundo.