La prisionera
Título original: La prisonnière
IMDB: 7.1
Año: 1968
País: Francia, Italia
Género: Drama
Dirección: Henri-Georges Clouzot
Guión: Henri Georges Clouzot, Monique Lange, Marcel Moussy
Duración: 105 min.
Reparto: Laurent Terzieff, Elisabeth Wiener, Bernard Fresson, Dany Carrel, Michel Etcheverry, Claude Piéplu, Noëlle Adam, Daniel Rivière, Annie Fargue
Idioma: Francés con subt. en españól, inglés y portugués
Sinopsis: Una mujer celosa se arroja en brazos de un fotógrafo maniático del control, cuya biblioteca privada está llena de fotografías sadomasoquistas que, a la vez, le repelen y la atraen.
El film de Clouzot se abre con la mirada fría y atenta de un hombre que juega con una pequeña muñeca de goma, haciéndola adoptar diversas posturas obscenas. A continuación conocemos a Gilbert y Josée, una pareja muy años 60, liberales dentro de ciertos límites. Gilbert es artista y expone en la galería de Stan, el hombre que al comienzo observaba la muñeca. Un día Josée va a casa de Stan y éste le enseña su colección fotográfica. Entre unas imágenes de diferentes tipos de letra aparece como por error la foto de una mujer atada y arrodillada. Esta imagen conmueve y excita muchísimo a Josée, quien poco a poco va adentrándose en el peculiar mundo erótico de Stan: sesiones de fotos eróticas, dominación amo-esclava... Stan da órdenes y observa con placer la total sumisión de la esclava; Josée, por su parte, se estremece de gusto abandonándose a la voluntad de otro y se deleita en el temblor de la humillación.
En primer lugar hay que destacar el espléndido trabajo de los protagonistas, un gélido Laurent Terzieff y una tórrida Elisabeth Wiener, quienes llevan a cabo un buen juego de complicidad y contrastes. El paso del mundo cotidiano al turbulento mundo del placer secreto se simboliza por el juego de brillos y colores de la galería de arte. En el piso de Stan, la acumulación snob de todo tipo de obras esconde en los recovecos del mobilario los materiales para las sesiones fotográficas que fascinan y atemorizan a Josée. Stan obtiene su mayor placer de la observación del cumplimiento de sus órdenes, secas y precisas. La cámara fija los instantes clave del rito. Aunque el transcurso de la película, cada vez más moralizante, va pintando de colores oscuros el comportamiento de Stan: no se puede tratar a una persona como una cosa sin caer en cierta inhumanidad, o sin tener cierto componente psicótico dentro de uno.
Neuras
La película que cierra la filmografía de Henri-Georges Clouzot. Describe la relación morbosa que surge entre Stanislas, un tipo que regenta una galería de arte moderno, y Josée, la mujer de Gilbert un escultor que expone ahí. Stanislas es fotógrafo aficionado, y sus instantáneas supuestamente artísticas esconden una peligrosa obsesión.
No está a la altura este título sobre el voyeurismo sadomasoquista a la altura de la filmografía previa de Clouzot. En cierto sentido sus excesos recuerdan a la última etapa del Alfred Hitchcock decadente, que también se vio presionado a mostrar más que a sugerir. Se trata de un irregular estudio de tres personajes y sus diversas neuras.
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