martes, 24 de abril de 2018

Un día de locura



Un día de locura
 Título original: La Giornata Balorda
** 7.1
B&W
Año: 1960
País:  Italia, Francia
Género: Drama. Neorrealismo
Dirección: Mauro Bolognini
Guión: Alberto Moravia, Pier Paolo Pasolini, Marco Visconti (Novela: Alberto Moravia)
Duración: 76 min
Reparto: Jean Sorel, Lea Massari, Jeanne Valérie, Rik Battaglia, Valeria Ciangottini, Isabelle Corey, Paolo Stoppa, Marcella Valeri, Luigi Giacosi, Enrico Glori
Sinopsis: Guapo, barriobajero, romano, de 20 años, desempleado, y con un hijo de 20 días y con la abuela para cuidarlo, Davide pasa el día buscando trabajo, en el que será un día de locura. Inspirado en "Racconti romani" (1954) y en "Nuovi racconti romani" (1959) de Alberto Moravia.

lunes, 23 de abril de 2018

Cinco mujeres marcadas




Cinco mujeres marcadas
 Título original: 5 Branded Women
B&W
* 6.7
Subtítuñps: Español
Año: 1960
País:  Estados Unidos
Género: Drama
Dirección: Martin Ritt
Guión: Michael Wilson, Paul Jarrico, Ivo Perilli (Novela: Ugo Pirro)
Duración: 101 min
Reparto: Jeanne Moreau, Vera Miles, Silvana Mangano, Barbara Bel Geddes, Carla Gravina, Van Heflin, Richard Basehart, Harry Guardino, Alex Nicol, Steve Forrest, Romolo Valli
Datos del archivo: Idioma:
Sinopsis: Cinco mujeres de un pueblecito yugoslavo son acusadas de haber mantenido relaciones con un sargento alemán durante la ocupación nazi. Los partisanos las someten a una humillación pública. A pesar de que después se unen a ellos en su lucha contra las tropas alemanas, siguen siendo despreciadas. ¿Fueron realmente las amantes del sargento nazi? ¿Por qué traicionaron a su patria? ¿Podrán alguna vez librarse de semejante estigma? (FILMAFFINITY)

"Cinco mujeres marcadas" es un áspero drama que Martin Ritt ("La tapadera", "El espía que surgió del frío") tuvo que realizar fuera de los Estados Unidos debido a sus problemas con el Comité de Actividades Antiamericanas

El largo invierno



El largo invierno
Año: 1992
* 6.5
Idioma ]Español
Color
Duración :135 min.
País:  España
Dirección: Jaime Camino
Guion: Jaime Camino, Juan Marsé, Manuel Gutiérrez Aragón, Román Gubern, Nicholas Bernheim
Música: Albert Guinovart
Fotografía: Hans Burmann
Reparto: Vittorio Gassman,  Jacques Penot,  Elizabeth Hurley,  Jean Rochefort, Adolfo Marsillach,  Asunción Balaguer,  Teresa Gimpera,  Ramon Madaula, Àlex Casanovas,  Judit Mascó,  Sergi Mateu,  José Luis López Vázquez,  Silvia Munt, José Luis de Vilallonga,  Ovidi Montllor,  Mario Gas,  Rosa Novell,  Hermann Bonnín, Vicky Peña,  Blai Llopis,  Ferran Rañé,  Abel Folk,  Jordi Dauder,  Marián Aguilera, Richard Collins-Moore
Género: Drama
Sinopsis: Barcelona, 1939. Casimiro Casals, un partidario del alzamiento nacional, abandona su hogar, dividido ideológicamente por la guerra civil. Su hermano Jordi se hará cargo de la casa y de la familia. Por su parte, el mayordomo (Vittorio Gassman), testigo y víctima de los acontecimientos, sigue en su puesto hasta el final de la contienda. (FILMAFFINITY)
Premios
1992: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes

1945




1945
Título original: 1945
*** 7.4
B&N
Idioma: ungaro
Subtítulos: Español
Año: 2017
Duración: 91 min.
País :  Hungría
Dirección: Ferenc Török
Guion: Gábor T. Szántó, Ferenc Török
Música: Tibor Szemzö
Fotografía: Elemér Ragályi (B&W)
Reparto: Péter Rudolf,  Tamás Szabó Kimmel,  Dóra Sztarenki,  Bence Tasnádi,  Ági Szirtes, József Szarvas,  Eszter Nagy-Kálózy,  Iván Angelus
Género: Drama 
Sinopsis: Un sofocante día de agosto de 1945, recién acabada la guerra en Europa, los habitantes de un pueblo se preparan para la boda del hijo de un funcionario del ayuntamiento. Mientras, dos judíos ortodoxos llegan a la estación de tren portando dos misteriosas cajas. El funcionario teme que los hombres sean hijos de los judíos que fueron deportados, que vienen a reclamar las propiedades que ahora tienen ellos de manera ilegal, perdidas por sus dueños durante la guerra y el holocausto nazi. Otros lugareños tienen miedo de que vengan más supervivientes y de que éstos representen una amenaza para las tierras y las posesiones que ahora reclaman como suyas

viernes, 20 de abril de 2018

Costa Brava



Costa Brava
 Título original: Costa Brava
** 6.00
Color
Año: 1995
País: España
Género: Comedia
Dirección: Marta Balletbò-Coll
Guión: Marta Balletbò-Coll, Ana Simón Cerezo
Duración: 90 minutos
Reparto: Desi del Valle, Marta Balletbo-Coll, Montserrat Gausachs, Sergio Schaaf, Josep Maria Brugues, Ramon Mari, Marel Malaret, Marta Marti, Emili Remolins, Luz Marina Reyes Peiro
Idioma: Castellano
Sinopsis: Anna es una guía turística de Barcelona con vocación de actriz, que se emple a fondo en los ensayos de un monólogo cómico. Este proceso, sin embargo, queda interrumpido cuando conoce a Montserrat. Hermosas vistas de las obras del genial Antonio Gaudí

jueves, 19 de abril de 2018

La puerta del cielo



La puerta del cielo
Título original: La porta del cielo
* 6.3
B&W
Idioma: Italiano
Año: 1945
País: Italia
Género: Drama
Dirección: Vittorio De Sica
Guión: Vittorio De Sica, Diego Fabbri, Adolfo Franci, Carlo Musso, Enrico Ribulsi, Cesare Zavattini (Historia: Piero Bargellini)
Duración: 81 min
Reparto: Marina Berti, Elettra Druscovich, Massimo Girotti, Roldano Lupi, Carlo Ninchi, Elli Parvo, María Mercader, Cristiano Cristiani, Giovanni Grasso, Giuseppe Forcina, Enrico Ribulsi
Idioma: Italiano con subs en español 
Sinopsis: Un tren lleno de enfermos y discapacitados peregrina a Loreto. Durante el viaje en tren de 14 horas experimentamos las historias de vida de algunos de ellos en flahsbacks. Al final todos asisten a una ceremonia católica, durante la cual algunos son sanados.

Hay dos historias aquí; una es la película, y la otra es la parte mucho más interesante de cómo se hizo la película. Primero, la película era cualquier cosa menos falsa. Se llamó La porta del cielo. Fue suscrita por la productora Orbis, una subsidiaria del Centro Cattolico Cinematografico del Vaticano, y tenía la intención de ser una película inspiradora sobre un tren lleno de enfermos en su camino al santuario de Loreto con la expectativa de ser sanados milagrosamente. El rodaje de la película comenzó en febrero de 1944 en Roma y aún no se había completado el 5 de junio de 1944, fecha en que las fuerzas aliadas finalmente liberaron la ciudad. Lo que sucedió detrás de escena en esos cinco meses es la historia real. Durante la segunda guerra, Goebbels se acercó a Vittorio De Sica para ayudar a relanzar la industria cinematográfica italiana bajo los auspicios del régimen títere de Musolini. Para escapar de la colaboración con los nazis, De Sica inventó rápidamente el proyecto de La porta del cielo, una película sobre los milagros religiosos financiada por el Vaticano. Horrorizado por su difícil situación durante la ocupación alemana de Roma, De Sica eligió a muchos judíos para evitar la persecución nazi, extendiendo el rodaje hasta que los aliados estadounidenses llegaran a la capital.

miércoles, 18 de abril de 2018

Lecciones de historia




Lecciones de historia
 Título original: Geschichtsunterricht
** 7.2 
Color y B&W
Año: 1972
País: República Federal de Alemania, Italia
Género: Drama
Dirección: Danièle Huillet, Jean-Marie Straub
Guión: Danièle Huillet, Jean-Marie Straub (Novela: Bertolt Brecht)
Duración: 84 min
Reparto: Gottfried Bold, Johann Unterpertinger, Henri Ludwigg, Carl Vaillant, Benedikt Zulauf
Datos del archivo: Idioma: Alemán con subtítulos en español
Sinopsis: Huillet y Straub adaptan, a su particular manera, uno de los experimentos narrativos de Bertolt Brecht: "Los negocios del señor Julio César", novela experimento que combina apunte social, novela histórica, relato periodístico y teatro épico. La trama relata, a partir de encuentros con antiguos romanos, cómo la manipulación política y sobre todo económica de la antigua sociedad romana preparó el terreno para el advenimiento de la dictadura de Julio César, sugiriendo al mismo tiempo posibles paralelismos de aquellos hechos históricos con otros dados en la sociedad contemporánea.

"Los negocios del señor Julio César" plantea cómo la corrupción y la manipulación política del imperio romano preparó el advenimiento de la dictadura de Julio César
y cómo esta ha llegado también hasta nuestro tiempo. La película se ofrece como una charla imposible sobre episodios no centrales de la historia, aquellos que, 
desde las sombras, pueden ayudar a alumbrar nuestro presente y quien sabe si también el futuro. Una lección de historia que es obviamente política, no solo por el contenido,
sino sobre todo por la forma cinematográfica elegida: conversaciones en un banco punteadas por interrupciones varias y largos planos secuencia dentro de un coche. 
Una suerte de película policiaca sobre los misterios de la historia, los enredos, las idas y vueltas. En fin, un film concebido casi como una anti-lección de historia. 
MIS FECHAS CLAVE
_______________
Por Jean-Marie Straub


Mientras que su díptico Le Retour du fils prodigue / Humiliés se proyecta en la sala 3 Luxembourg de París, Jean-Marie Straub, con apenas 70 años, cineasta resistente, comenta sus fechas clave. 

***
Soy más viejo que Baudelaire, cuando decía que tenía mil años, por lo tanto:

1842. El bosque alemán queda prohibido a los pobres (madera muerta, champiñones, castañas, etc.), se convierte en un lugar de explotación industrial. El joven Karl Marx protesta; lo que le supone su puesto de periodista en la gaceta renana. 

Invierno de 1942. Hago patinaje sobre hielo en el río Mosela, recubierto por una espesa capa. ¡ESTALINGRADO! «Al fin el comienzo del fin», dice mi padre.

1945. Unos días antes del fin de la Guerra, sólo para impresionar a Stalin, los B17 americanos bombardean dos veces una de las más bellas ciudades de Alemania, Dresde, la destruyen y causan más víctimas (civiles) que las que causarían las bombas (atómicas) lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki para librarnos del «peligro amarillo».

Hasta 1948. ¡LA ESPERANZA! Leyes antitrust. Nacionalizaciones, expropiaciones (la familia Renault, por ejemplo). El PLAN (económico) francés es más audaz de lo que lo será nunca el de Walter Ulbricht en la república DEMOCRÁTICA alemana. Ley de 1948 sobre los alquileres: una obra maestra de la utopía que se aplica estos días con el fin de saquear…

Desde 1948. McCarthy, caza de brujas, principio de la marea negra que acabó alcanzando a toda Europa –liberada del comunismo, salvo Rumanía y Yugoslavia, donde todavía habrá que liquidar a algunos golfos– hasta más allá del Ural. Esclavitud por medio del plan Marshall y de la OTAN, librecambio, concentración, capitalismo salvaje, barbarie, mafia, después de la prohibición del partido comunista alemán. En Francia, igual que en Alemania y en Italia, victoria del milagro económico, empobrecimiento, miseria. 

En la zona de ocupación inglesa, Churchill se anticipa a McCarthy apartando a los alemanes resistentes que sobrevivieron a los campos de concentración. Prefiere a los antiguos nazis.

De Gaulle no habrá resistido mucho, pero aún así jugó una mala pasada a los amos del mundo al reconocer la China comunista un hermoso día. El empresariado francés lo despidió, haciéndolo deportar por un referéndum a Colombey, a causa de su insistencia en lo que él llamaba la «asociación capital-trabajo».

La IV República (iba a olvidarla) ocupó un lugar importante en mis años de colegial y de estudiante, en Metz, Nancy y Estrasburgo. Las grandes y largas huelgas en la SNCF, en Renault, donde Dreyfus rechaza más de una vez las CRS de Guy Mollet. Los debates en la Asamblea Nacional, donde los insultos estallan, me alegran; los leo en el Journal oficial, e incluso a veces me encuentro a mí mismo en el gallinero del Palais-Bourbon. El inefable Georges Bidault, Bao Daï, el tráfico de piastras.

1950-1953. Comedia sangrante y grotesca en torno al paralelo 42. MacArthur sueña con tirar algunas bombas atómicas sobre Corea, y por qué no, sobre China.

1953-1954. UN DÍA DE GLORIA POR FIN: un joven hombre de genio, Ho Chi Minh, consiguió cercar en la batalla de Dien Bien Phu a un sinfín de ejércitos franceses y de generales. 

Noviembre de 1954. Llego a París (hasta entonces, sólo algunos viajes de ida y vuelta Metz-París, en auto-stop, para ver ciertas películas: Journal d’un curé de champagne (Bresson), Los Olvidados (Buñuel), The Quiet Man (Ford), The River (Renoir), Le Carrosse d’or (Renoir), The Big Sleep (Hawks), To Have and Have not (Hawks), Monkey Business (Hawks), The African Queen (Huston), Beat the Devil (Huston), The Big Heat (Lang), Der Blaue Engel (von Sternberg), Subida al cielo (Buñuel)…).

Encuentro a Danièle Huillet y le propongo trabajar en lo que se convertirá en 1967 en Chronik der Anna Magdalena Bach. Las primeras granadas de Argelia explotan sobre las calles de París y en las terrazas de los cafés distinguidos; «Péguy, Péguy, he aquí nuestros hombres», exclamó Juana de Arco. 

Once años de exilio en Munich por haber rechazado la incorporación al servicio militar en Argelia, y con ella la complicidad directa de la tortura «institucionalizada» (Massu es el único que tuvo el coraje de proclamarlo –¿cuántos años después?).

Antes de dejar Francia, me encuentro allí por todas partes, en todas las esquinas, a ACTIONISTAS que ladran, porque:

En 1956. El coronel Nasser se tomó la libertad –¡hurra!–, de nacionalizar el canal de Suez.

En 1961. Un paréntesis alegre: la BAHÍA DE COCHINOS, los contra-revolucionarios americanos vencidos por los cubanos.

Principios de 1968. ¡Chronik existe al fin! En su presentación en Munich, dedico la película a los campesinos de la Selva Bávara y al Vietcong (los B52 bombardean Hanoi cada día). Un joven alumno de la escuela de cine de Berlín, Holger Meins, que acaba de ver el filme en Frankfurt, dice que es la película más grande de la historia del cine.

1973. Una carnicería en Chile. 

Principios de 1975. Acabamos de salir de nuestra sala de montaje y vemos, en la portada del Paese Sera en Roma, la foto de un cadáver saliendo de un campo de concentración (la prisión de Hamburgo): Holger Meins. Le dedicamos Moses und Aron –24 fotogramas en los títulos de crédito, que nos suponen la censura de los directores de la tercera cadena alemana, coproductora de la película. Moisés, quien, como escribió Paul Verlaine (nacido en Metz en una casa al lado de la de mis padres), «sigue siendo el mayor de los profetas», ¿no comenzó su «carrera» como terrorista asumiendo un fatigoso encargo? Se refugió en el desierto.

1986. Descubrimiento, con Der Tod des Empedokles (1970), de la sublime utopía de un joven hombre contra la amenaza de la revolución industrial y el mito del progreso: utopía comunista que podría (¿todavía? ¡Si no es demasiado tarde!) salvar a aquellos a quienes Hölderlin llama «los niños de la tierra» –«Madre Tierra, oh Tierra, mi cuna», dice el mayor poeta europeo.

1988. Veo a Moravia por última vez. Estoy sentado junto a él en la parte trasera de un coche que corre a lo largo del Tíber en dirección de la Porta Portese. ¿Quién está al volante de este coche? ¿Quién se sienta al lado? ¿Danièle? ¿A dónde vamos? No lo sé. Al cabo de un rato de silencio, Moravia se gira hacia mí: «Straub, la próxima guerra tendrá lugar en el Golfo.» Yo: «¡¿Alberto?!» Él: «Guerra planificada, programada. He preguntado a cinco generales, americanos y alemanes, de la OTAN: me lo han dicho.»

DESDE ENTONCES, DE AHORA EN ADELANTE, A PARTIR DE AHORA la gota ha colmado el vaso. Brecht hace decir a su Tiresias: «MÁS necesita MÁS, y se convierte al final en NADA». ¡CANAL PLUS se acerca!

MENtira OFICIALIZADA (Schönberg), apisonadora de la propaganda: nuestro pobre cerebro se cierra a la verdad.

PD.: ACHTUNG, GLOBALE ENT-ARTUNG!

(Ferry, ministerio de la Motocultura y de la Propaganda.)

Libération, 30/04/2003
Traducido del francés por Miguel Armas

Manhattan Sur / Año del dragón



Manhattan Sur / Año del dragón
Título original: Year of the Dragon
** 6.9
Color
Idioma: Inglés
Subtitulos: Español
Año: 1985
País: Estados Unidos
Género: Thriller, Policíaco, Crimen
Dirección : Michael Cimino
Guión: Oliver Stone, Michael Cimino (Novela: Robert Daley)
Duración: 134 min
Reparto: Mickey Rourke, John Lone, Ariane, Leonard Termo, Ray Barry, Caroline Kava, Eddie Jones, Joey Chin, Victor Wong, K. Dock Yip, Pao Han Lin, Way Dong Woo, Jimmy Sun, Daniel Davin, Mark Hammer, Dennis Dun, Jack Kehler, Steven Chen, Paul Scaglione.
Datos del archivo: Inglés con subs en español
Sinopsis: Stanley White (Rourke) es un veterano del Vietnam que, tras quince años en la policía, es destinado a Manhattan Sur, un distrito de Nueva York. Su cometido es acabar con las bandas juveniles que dominan la zona. Sus investigaciones lo conducen a la peligrosa mafia china, dirigida por Joey Tai (John Lone), y cuyos métodos para controlar el tráfico de drogas son extraordinariamente violentos. Acabar con el crimen organizado se convierte para White en una obsesión, pero su traumático pasado y su situación presente lo arrastran más allá de las órdenes recibidas.

La fórmula exuberante y maldita

Lo iba a pagar caro durante el resto de su carrera, y lo empezó a pagar caro desde el primer instante que siguió al descalabro en el box-office de la estupenda La puerta del cielo (Heaven’s Gate, 1980): cinco años tardó Michael Cimino en poder volver a dirigir una película, y lo hizo de la mano del tantas veces discutido, tan aguerrido productor Dino de Laurentiis, y acompañado por Oliver Stone –por entonces, poco antes de dirigir Platoon (1986), libretista de prestigio–, con quien el director firmó una adaptación de la novela homónima de Robert Daley (publicada en 1981) que se centraba en el retrato de la operativa de las triadas chinas en el underground del sur de Manhattan. Menos redonda que sus dos películas precedentes, más que sus subsiguientes, la revisión hoy de Manhattan Sur sigue revelando en ella un thriller sólido, efervescente, virulento, brillante, que nos recuerda el inmenso talento de su realizador, pues es también una obra muy personal, o al menos en la que la personalidad del cineasta brilla con mucha fuerza.

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Y, de entrada, podemos definir esa personalidad de Cimino diciendo que Manhattan Sur tiene todo el aroma de un filme policiaco emergente de la entraña creativa y el nervio idiosincrásico del cine de ese género de los años setenta, entre la fisicidad de un Friedkin y la progresión dramática febril de un Lumet. Si bien, y el filme hace también bandera de ello, esos elementos llamémosles internos (la clase de garra en la puesta en escena, la estética hiperrealista en el abordaje de la violencia, el trabajo denso de edificación psicologista de personajes y conflictos –por donde espora la alegoría–), abrazan otros, externos, relacionados con el encourage visual propio de la década siguiente, siendo de este modo la película un thriller profundamente setentero con un elegante atavío estético ochentero, una mixtura extraña y muy sugestiva.

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Cimino imprime mucha fuerza, expresividad, a la puesta en escena. Sus ambiciones escenográficas son altas –demostración de que el cineasta nunca bajó la cabeza a pesar de la adversidad de su statu quo sobrevenido- y se centran en nada menos que ofrecer una cartografía visual capaz de engrasar un relato en primera persona (los apasionantes pespuntes psicológicos del personaje protagonista, Stanley White, encarnado por un Mickey Rourke más inspirado que de costumbre, por lo general capaz de soportar ese peso pesado dramático) con una narración que sólo cabe calificar de épica en su afán descriptivo de las entrañas subterráneas de esa ciudad dentro de otra ciudad, radiografía que nunca antes, ni después, el cine americano ha mostrado con tanta convicción y furia. Al mejor Cimino lo reconocemos en la polaridad entre la electricidad, el bullicio, el cierto barroquismo, la arrogancia visual en el mejor sentido que define las secuencias que discurren en el chinatown neoyorquino (que exudan una sensación de verismo que llama aún más la atención si sabemos que la mayoría de aquellas secuencias no fueron rodadas on location, sino en estudio) y la sensibilidad, arrojo lírico, delicadeza que se ofrecen al contraste para relatar los entresijos e incertidumbres de la vida privada del protagonista. No es difícil hallar espejos, ni en uno ni en el otro espectro tonal, entre esta película y las dos obras precedentes del autor.

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Y si hablamos de la personalidad de Cimino, no es menos cierto que la de Stone, no menos exuberante –venía de participar en los libretos de Conan el bárbaro (Conan the Barbarian, John Milius, 1981) y El precio del poder (Scarface, Brian DePalma, 1983)–, también se hace notar y mucho en la definición narrativa y el establecimiento de un determinado tono, pasión e inercia crispada en la escritura, que halla una magnífica correspondencia en las maneras escenográficas frondosas y ardorosas de Cimino. Uno de los añadidos principales que Oliver Stone inserta en el guión respecto del sustrato literario tiene que ver con la condición de ex–combatiente de Vietnam del protagonista, elemento del que se extraen bien mesurados réditos en la condensación psicológica, pues se trata de un personaje atormentado, pero el relato no se entretiene en ese dato per se sino por lo que el mismo puede proyectar sobre la trama de investigación o más bien lucha sin cuartel contra la mafia china de Canal Street. El Stanley White del que escribe Stone, al que la cámara nerviosa de Cimino persigue durante todo el metraje, resulta uno de esos personajes que ocultan su angustia en un estoicismo carismático, unas maneras chulescas que revelan su condición de outsider, una incapacidad para mantener el equilibrio sentimental que matizan convenientemente su fragilidad como héroe de la historia. Y si todo eso no fuera suficiente, el personaje, que además de veterano de Vietnam es un inmigrante polaco, soporta en sus aristas espirituales un discurso osado sobre el mestizaje socio-cultural que define la personalidad (y los estigmas) de la nación de las barras y estrellas, existiendo en esas definiciones sociológicas de la película interesantes correspondencias, actualizadas a otros tiempos, con las que Samuel Fuller exploró en la magistral El kimono rojo (The Crinsom Kimono, 1959).

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Semejante mosaico se construye con inteligencia, dotando de voz en el relato a diversos personajes que actúan como satélite de White, todos ellos en viva confrontación con él por motivos bien diversos. Por un lado está el gángster al que intenta dar caza, Joey Tai (un elegante John Lone), cuyas actividades y pugnas dentro de la organización criminal la película se entretiene en relatar ello y a pesar de los riesgos asumidos –ahí queda, por ejemplo, el fragmento del filme que discurre en Birmania–, pero que sirve, amén de para proponer ese trabajo de campo a través de lo fílmico para radiografiar las mafias chinas, para dotar a la némesis del protagonista de los convenientes matices. Por otro lado, tenemos a la esposa de White (Caroline Kava), desengañada por promesas conyugales incumplidas largo tiempo, magnífica caracterización de los contornos oscuros de un cotidiano indeseable (Michael Mann, diversos de cuyos thrillers son en algunos aspectos discípulos de Manhattan Sur, debió de tomar buena nota de las escenas que carean a Rourke y a Kava para definir idéntico conflicto en Heat (1995)). Y por el otro, la periodista de procedencia asiática (Ariane) con la que White establece una tirante relación en la que se mixturan el deseo sexual, las carencias sentimentales y el afán de instrumentalización. No hay paz para Stanley White en ningún instante del filme, no busca la redención, sólo se revuelve con furia contra aquello que combate, y cae sin titubear en confrontación directa con sus superiores, uno de los cuales es además, sobre el papel, su mejor amigo (Raymond Barry).

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De tal modo, la sordidez ambiental que define lo exótico en el barroquismo de la puesta en imágenes, o la elocuencia gráfica en los diversos clímax que van tiñendo de sangre el periplo investigador de White, son elementos visuales que se revelan idóneos para relatar tanto la urgencia como la desorientación que acumula el personaje en esta lucha contra todo un sistema, que merced de las anotaciones de Stone tiene algo de enfrentamiento catárquico, de proyección del sempiterno individualismo del héroe americano (atención a los paralelismos que lo tipológico de las relaciones entre personajes guardan con los esquemas del western psicológico) contra el enemigo invisible de los traumas del pasado, la guerra de Vietnam. La verdad es que el esquema funciona, está magnetizado y lleno de electricidad. Y en última instancia, ya dejando de lado todas esas observaciones y conectando con lo anotado al inicio de esta reseña, tampoco costaría ver en la quijotesca hazaña de Stanley White una paráfrasis de la lucha contra vientos y mareas que caracterizó la carrera como realizador de Michael Cimino tras el fiasco económico de La puerta del cielo; y, por desgracia, cabría añadir esa misma constante para los años por venir en los siguientes años y décadas de proyectos frustrados. Cimino, Quijote. O leproso, como le define David Thomson en The Whole Equation, leproso como Sturges, Ray o Welles.

martes, 17 de abril de 2018




Dawson City: Tempo congelado
Título original: Dawson City: Frozen Time
*** 7.6
B&W Color
Año: 2016
País: Estados Unidos
Género: Documental, experimental
Dirección: Bill Morrison
Guión: Bill Morrison
Duración: 120 min
Reparto: documental
Idioma: silente/inglés + subt. castellano
Sinopsis: Desde su nacimiento, el cine desafió uno de los grandes temores del ser humano: el paso del tiempo. Así, la vida podía quedar plasmada en el celuloide. En esta joya de arqueología cinematográfica, Bill Morrison rescata centenares de películas perdidas, realizadas a principios del siglo XX en un remoto pueblo americano, febril a causa del oro. Los materiales encontrados desfilan por la pantalla, como un baile de fantasmas, al ritmo de Sigur Rós. (F.A) 
¿Una película sobre la Fiebre del Oro, la historia del cine, la preservación/recuperación de copias de nitrato, los sobornos en el béisbol y el inicio de la fortuna de la familia Trump ligada a la prostitución? Sí, todo eso y mucho más aborda esta magistral película de Bill Morrison, una historia fascinante y una demostración de que no hay nadie como este director a la hora de trabajar sobre materiales de archivo (D. Batlle)

(...)La historia comienza en 1978, cuando una máquina retroexcavadora descubrió en Dawson, una pequeña ciudad del norte de Canadá, 500 latas con rollos de películas del período mudo que habían sido enterradas en una piscina que luego se convirtió en cancha de hockey sobre hielo. Gracias a la intervención urgente de algunos cinéfilos e instituciones, ese material fue rescatado y enviado a los Archivos Canadienses en Ottawa y a la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Entre las gemas encontradas había desde unas 370 películas comerciales de las décadas de 1910 y 1920 que fueron desechadas luego de su explotación en esa zona de Yukón (nadie quería afrontar el costo de llevarlas de vuelta) hasta films caseros, pasando por noticieros de la época que, entre otras cosas, exponían el infame caso de corrupción de la “Black Sox” World Series de 1919 en el que varios jugadores fueron a menos.
La película -casi sin diálogos, con una hermosa música de fondo compuesta por el islandés Alex Somers (Captain Fantastic), y constantes subtítulos y carteles que aportan el soporte informativo- también reconstruye la historia de Dawson City, una población ubicada a menos de 600 kilómetros del Círculo Polar Artico y fundada tras arrasar a los pueblos originarios en 1896, que -en plena Fiebre del Oro- llegó a tener más de 40.000 habitantes (allí el abuelo de Donald Trump, Frederick, abrió un antro que funcionaba como prostíbulo) y pocos años después tenía menos de mil. Con muchísimos fragmentos de las películas recuperadas (de los géneros y estilos más diversos), imponentes fotografías tomadas por Erick A Hegg, recortes de diarios y una investigación prodigiosa, el director va construyendo un patchwork visual y una fascinante narración que funciona bien en todos los niveles: estético, sociológico, cinéfilo, político e histórico. Dawson City: Frozen Time expone en toda su dimensión los fuertes cambios sociales en los distintos períodos con sus momentos de esplendor y las crisis marcadas en muchos casos por tragedias (los incendios provocados por la mala manipulación de las copias de nitrato eran constantes y devastadores). (...) Obra maestra de ese infatigable y obsesivo buscador de tesoros fílmicos llamado Bill Morrison.
(Diego Batlle, otroscines.com)




Dawson City: Frozen Time camina por un sendero muy particular, porque para su desarrollo trabaja con elementos del documental clásico y del cine experimental que lo ubican en una posición híbrida en la que se puede caminar de lo abstracto a lo lineal con mucha soltura. El primer puente que permite esta fluidez está en la ausencia de un narrador, que es reemplazado por texto en pantalla. Al no haber una “voz de autoridad” ajena al contexto generado por el found footage que sirva de guía o de explicador, el metraje gana en flexibilidad y libertad de maniobra, de modo que es posible generar caminos narrativos que se desvíen del tronco central y se centren en historias personales o de lugares alejados de la ciudad del río Yukón. Por eso es posible pasar de temas tan disímiles como las deportaciones de
ciudadanos con tendencias socialistas al escándalo de la Serie Mundial de béisbol de 1919 sin que parezca como algo
fuera de lugar. El texto en pantalla cumple la función del narrador de una manera menos invasiva (el texto nunca ocupa mucho lugar en la pantalla), de modo que funciona de guía temática aporta información, pero nunca se vuelve protagonista. Es el eslabón que le da sentido a la historia, pero no el centro sobre el que gira el documental. En la organización temática propuesta por Morrison podemos ver una forma de entender la historia. La historia inicia desde el momento en que se descubre la presencia de oro en el río Yukón, suceso que marca el comienzo de la “fiebre del oro” y el posterior asentamiento de la ciudad de Dawson, y continúa con un ojo en los acontecimientos locales y otro en el panorama global. La idea es poner en contexto la vida en un lugar tan alejado de las grandes urbes y el impacto (o la falta del mismo) en una ciudad a la que las noticias llegaban con demora. A su vez, para el director es vital comenzar desde la fiebre del oro, ya que la historia de los celuloides enterrados se puede rastrear desde muchos años antes y conecta a esos filmes a una línea de tiempo mucho más rica y valiosa. La historia de los celuloides es a su vez la de todos los habitantes que construyeron, vieron arder y volvieron a reconstruir la ciudad, la de cada uno de sus habitantes y emigrantes. Es una historia que le pertenece a la localidad entera y que merece ser contada. Pero también es una historia del cine. La película de nitrato que se utilizaba en los primeros años del celuloide era altamente inflamable debido a ser un derivado del nitrato de celulosa, material utilizado para la producción de explosivos de uso militar. La traza de incendios generados por la combustión espontánea se puede seguir hasta muchos años después de la estandarización de un celuloide más seguro, y en Dawson, final del circuito comercial del cine estadounidense, la marca ignífuga no fue un hecho ajeno. Los filmes, sobrevivientes de años de olvido, tierra y fuego se nos presentan con sus marcas, con el paso del tiempo impregnado en cada fotograma. Cada una de estas cintas tiene marcada como un tatuaje todos los años y acontecimientos de la ciudad, por lo que a cada segundo vemos la historia de Dawson pasar dos veces ante nuestros ojos. En plena era de la reproducción técnica, podemos decir que un filme tiene su aura. Las huellas del tiempo que corren a lo largo del metraje también dan lugar a la experimentación. En general Morrison utiliza los filmes de ficción para ilustrar lo que se está contando mediante alguna secuencia análoga: por ejemplo, si se habla de un juicio alguna secuencia muda de una corte acompaña la narración. Pero también hay lugar para momentos abstractos y experimentales en los que se aparta la historia para generar climas magistrales en los que el protagonismo de las cintas es absoluto. Estos momentos, que tienen lugares específicos dentro de la estructura general, son puntos álgidos en los que las películas hablan por sí mismas en un frenesí audiovisual más cercano a filmes más radicales de Morrison como Decasia (2002). El montaje las relaciona y las une en un clímax conjunto en el cual las cicatrices del tiempo se transforman en elementos estéticos de gran valor en los que podemos valorar la multiplicidad de formas en las que se puede trabajar el metraje encontrado. Nuevamente, estas apariciones de ideas abstractas fluyen con naturalidad, al ser interpretados como momentos de transición o cierre en los que se puede respirar un poco y abandonar momentáneamente el hilo histórico. Como en el fluir de un río, los cauces no siempre tienen la misma velocidad ni la misma profundidad. El punto medio en el que se asienta el documental es lo que permite que tantas libertades creativas y temáticas no desorienten ni confundan a un espectador poco acostumbrado a filmes poco convencionales. A la estructura relativamente clásica en la que está edificado se le pueden sumar elementos de montaje como el efecto “Ken Burns” para darle algo de movimiento a las fotografías (y que tiene un pequeño homenaje dentro de la narrativa) o la utilización de la música (compuesta por Alex Somers), bastante apegada a un estilo minimalista a base de pianos, instrumentos de cuerda y mucha reverberación que tiene momentos en los que acentúa con solemnidad las situaciones presentadas en pantalla y que se destaca especialmente en las secuencias más abstractas y emotivas, pero en otros se repite demasiado y se limita a llenar el espacio sonoro con acordes espaciados de piano en los que la solemnidad se siente algo superflua. Sin embargo, la banda sonora no es solo música, sino que también incluye diseño sonoro (a cargo de John Somers) que matiza la solemnidad musical con huellas auditivas que en realidad no están allí. La sincronía entre las acciones mostradas y sus sonidos correspondientes contextualiza las cintas en el presente, trazando un puente imaginario entre la naturaleza muda y la manipulación contemporánea. Dawson City: Frozen Time es un documental que nada contra la corriente. Pensar en la historia de unas cintas dañadas por el tiempo en épocas de determinismo tecnológico y actualidades agobiantes supone pararse en el otro lado de la vereda, mirar las cosas desde otro foco. Revalorizar el material histórico y sacarlo del museo es una forma de desafiar las concepciones del cine actual y también de una sociedad anquilosada en un perpetuo presente. Volver a pensar en el tiempo y en las huellas del pasado es lo que genera que la obra sea mayor que la suma de sus partes: por eso Dawson City: Frozen Time es tan relevante a pesar de hablarnos de sucesos acontecidos en 1920. Porque la memoria, justamente, es algo que nunca debemos olvidar.

Un adorable idiota



Un adorable idiota
Título original: Une ravissante idiote
* 5.2
Color
Subtitulos: Español
Año: 1964
Duración: 105 min.
País: Francia Francia
Dirección: Édouard Molinaro
Guion: François Billetdoux, Édouard Molinaro, André Tabet, Georges Tabet
Música: Michel Legrand
Fotografía: Andréas Winding
Reparto: Brigitte Bardot,  Anthony Perkins,  Grégoire Aslan,  Jean-Marc Tennberg,  Hans Verner, Jacques Monod,  Hélène Dieudonné,  Charles Millot,  Frederica Layne, Dominique Page,  Robert Murzeau,  André Luguet
Género: Comedia
Sinopsis: Un espía ruso es utilizado por el Servicio Secreto Británico para realizar una misión, pero es estúpido para poder tener éxito. Su novia trata de ayudarlo, pero parece una misión imposible..

domingo, 15 de abril de 2018

El cielo del Centauro



El cielo del Centauro
Título original: Le ciel du centaure
B&W
** 6.4
Año: 2015
País: Argentina, Francia
Género: Drama, Intriga
Dirección: Hugo Santiago
Guión: Hugo Santiago, Mariano Llinás
Duración: 93 min
Reparto: Malik Zidi, Romina Paula, Roly Serrano, Carlos Perciavalle, Gustavo Pardi, Roberto Plate, Germán De Silva
Idioma: Francés-español con subs incrustados en español
Sinopsis: El buque amarra al alba en Buenos Aires, de donde volverá a zarpar al día siguiente. El Ingeniero baja a la ciudad para honrar el pedido de su padre: entregar un pequeño paquete a uno de sus amigos, Víctor Zagros. El paquete le es arrebatado y el Ingeniero va detrás suyo en una búsqueda alocada y vertiginosa en la que arriesga su vida, dentro de una ciudad, suerte de “caja de maravillas” que poco a poco le va pareciendo fuera del mundo. Los acontecimientos se precipitan –y las calles y las casas y los muelles y las plazas: el Ingeniero maniobra, lo entrampan, se debate; pero aunque termine por entregarle a Víctor Zagros el rarísimo objeto de su espera, ¿acaso Zagros va a develarle el sentido final de su secreto?
Que Hugo Santiago haya vuelto a filmar, casi 50 años después, en Buenos Aires es todo un acontecimiento cinéfilo. Por eso, más allá de los valores de la película (está claro que los tiene), su selección para la apertura del BAFICI es no sólo una decisión irreprochable sino un acto de absoluta justicia.

Y también lo es porque, antes que cualquier cosa, El cielo del Centauro es una oda, una carta de amor a Buenos Aires, al menos a aquellos elementos y aspectos más míticos y tradicionales de la ciudad. Si bien queda claro que la historia que narra es actual, tanto las locaciones elegidas como la omnipresente música tanguera nos remiten a una urbe que ya casi se ha extinguido, como si el presente conviviera siempre con el pasado, como si nos remontáramos a un cuento fantástico de Macedonio, Borges o Bioy.

Un ingeniero naval francés (Malik Zidi) llega (en barco, claro) y al poco tiempo será el eje de una doble persecución (él trata de encontrar a alguien y al mismo tiempo es buscado por algo que supuestamiento posee). Hay un McGuffin (llamado El Fénix) y una suerte de búsqueda del tesoro que dura algo más de un día con un mapa porteño como especie de tablero de juego y varios personajes secundarios (desde el veterano Carlos Perciavalle hasta el propio coguionista Mariano Llinás) y subtramas que aparecen y desaparecen con absoluta arbitrariedad.

Si bien tiene sus pasajes de quietud y solemnidad (como el largo recitado de Romina Paula en el segmento dedicado a la pintura de Cándido López y su historia durante la Guerra del Paraguay), en general El cielo del Centauro resulta bastante lúdica, fluida y celebratoria, al punto que por momentos remite a Castro, de Alejo Moguillansky (no por casualidad editor del film).

¿Que la película no tiene demasiada lógica? ¿Que apuesta a una deriva, a una acumulación, a unas desventuras y a unos enredos que no siempre fascinan ni convencen? Es cierto. Pero al mismo tiempo El cielo del Centauro, con su fuerte veta literaria, con la belleza de cada uno de sus planos en blanco y negro con inspirados detalles en color (la fotografía es del talentoso Gustavo Biazzi) nos deja todo el tiempo la sensación de estar ante un cine de otra época, en vías de extinción, una de esas películas que ya no se filman. El esperado (y más allá de sus desniveles) bienvenido regreso de un viejo maestro a la ciudad de la furia.

por Diego Batlle

viernes, 13 de abril de 2018

Dawson City: Tempo congelado



Dawson City: Tempo congelado
Título original: Dawson City: Frozen Time
Año: 2016
País: Estados Unidos
Género: Documental, experimental
Dirección: Bill Morrison
Guión: Bill Morrison
Duración: 120 min
Reparto: documental
Idioma: silente/inglés + subt. castellano
Sinopsis: Desde su nacimiento, el cine desafió uno de los grandes temores del ser humano: el paso del tiempo. Así, la vida podía quedar plasmada en el celuloide. En esta joya de arqueología cinematográfica, Bill Morrison rescata centenares de películas perdidas, realizadas a principios del siglo XX en un remoto pueblo americano, febril a causa del oro. Los materiales encontrados desfilan por la pantalla, como un baile de fantasmas, al ritmo de Sigur Rós. (F.A) 
¿Una película sobre la Fiebre del Oro, la historia del cine, la preservación/recuperación de copias de nitrato, los sobornos en el béisbol y el inicio de la fortuna de la familia Trump ligada a la prostitución? Sí, todo eso y mucho más aborda esta magistral película de Bill Morrison, una historia fascinante y una demostración de que no hay nadie como este director a la hora de trabajar sobre materiales de archivo.

miércoles, 11 de abril de 2018

Un secreto en la caja



Un secreto en la caja
Título original: Un secreto en la caja
Año: 2016
País: Ecuador / España
Género: Documental, Mockumentary, Falso documental
Dirección: Javier Izquierdo
Guión: Javier Izquierdo
Duración: 70 min
Reparto: Alfredo Espinosa
Datos del archivo:
Idioma: Español (subtítulos en inglés pegados)
Sinopsis:
Cita: Un Secreto en la Caja es un documental que explora la vida del escritor ecuatoriano Marcelo Chiriboga, figura mítica del boom latinoamericano, el fenómeno literario de la década de 1960. A través de entrevistas, visitas a distintas ciudades, material de archivo y el libro más importante del escritor, La Línea Imaginaria, se teje un rompecabezas que borra los límites entre realidad y ficción. La figura de Chiriboga termina siendo una excusa para explorar, desde el humor y la ironía, varios temas que se relacionan con nuestra identidad como país: nuestro pasado bélico, la indiferencia hacia la literatura local, los complejos y conflictos del ideario nacional, el exilio y la literatura.

Jakob, el Mentiroso



Jakob, el Mentiroso
Título original: Jakob, der Lügner (Jacob the Liar)
***  7.3
Color
Idioma: Ale,ám
Subtítulos; Español
Año: 1975
Duración: 100 min.
País:  Alemania del Este (RDA)
Dirección: Frank Beyer
Guion: Jurek Becker, Frank Beyer (Novela: Jurek Becker)
Música: Joachim Werzlau
Fotografía: Günter Marczinkowsky
Reparto: Vlastimil Brodský,  Erwin Geschonneck,  Henry Hübchen,  Blanche Kommerell, Manuela Simon,  Dersö Garas,  Zsuzsa Gordon,  Friedrich Richter,  Margit Bara, Armin Mueller-Stahl
Género: Comedia
Sinopsis: La acción transcurre en 1944, en Polonia, con los judíos atrapados en un ghetto. Jakob es una de tantas personas desesperadas en ese lugar. Una tarde, cuando pasa cerca del cuartel de la Gestapo, escucha una radio, que anuncia la victoria rusa en su avance sobre Berlín. Corre a contarlo y su interlocutor cree que tiene una radio escondida con la que escucha las esperanzadoras victorias soviéticas. Al mismo tiempo, Jakob adopta a Lina, una huérfana, para esconderla de los nazis. Mientras, el médico anima a Jakob a que siga contando historias, pues estas les dan a los judíos una razón para vivir. En 1999, Peter Kassovitz dirigió un remake protagonizado por Robin Williams. (FILMAFFINITY)
Premios
1976: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
1975: Festival de Berlín: Oso de Plata - Mejor actor (Brodský) 

Korczak



Korczak
Título original: Korczak
B&W
** 7.5
Año: 1990
Duración: 115 min.
País: Polonia Polonia
Dirección: Andrzej Wajda
Guion: Agnieszka Holland
Música: Wojciech Kilar
Fotografía: Robby Müller (B&W)
Reparto: Wojciech Pszoniak,  Ewa Dalkowska,  Teresa Budzisz-Krzyzanowska, Marzena Trybala,  Piotr Kozlowski,  Zbigniew Zamachowski,  Jan Peszek, Aleksander Bardini,  Maria Chwalibóg
Género: Drama
Sinopsis: Biografía de Janusz Korczak, escritor, profesor y médico, que es recordado por su labor como director de un orfanato para niños judíos en Polonia durante los primeros años del nazismo. En 1942, sin embargo, se vio obligado a trasladar a doscientos huérfanos judíos al ghetto de Varsovia, desde donde, poco después, fueron enviados a Treblinka. 
Premios
1990: Premios del cine Alemán: Mejor fotografía

Gritos y susurros



Gritos y susurros
Título original: Viskningar och rop (Cries and Whispers)
*** 8.1
Color
Idioma: Sueco
Subtítulos: Epañol
Año: 1972
Duración: 91 min.
País:  Suecia
Dirección: Ingmar Bergman
Guion; Ingmar Bergman
Música: Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel
Fotografía: Sven Nykvist
Reparto: Harriet Andersson,  Kari Sylwan,  Ingrid Thulin,  Liv Ullmann,  Anders Ek,  Inga Gill, Erland Josephson,  Henning Moritzen,  Georg Årlin
Género: Drama
Sinopsis: Ante la proximidad de la muerte de una de ellas, tres hermanas se reúnen en la vieja mansión familiar. Una vez en la casa, comienzan a recordar el pasado, y cuando la enferma entra en la agonía desvela la parte más oscura y tortuosa de su vida. 
Premios
1973: Oscar: Mejor fotografía. Nominada a Película, Director, Guión, Vestuario
1973: Premios David di Donatello: Mejor director extranjero y David Especial al reparto
1973: Festival de Cannes: Gran Premio Técnico
1973: Premios BAFTA: Nominada a Mejor actriz (Ingrid Thulin) y Fotografía
1973: National Board of Review: Director, Film extranjero
1973: 2 premios Guldbagge (Suecia): Película, Actriz (Harriet Andersson)
1972: Globo de Oro: Nominada a Película extranjera
1972: Círculo de Críticos de Nueva York: Película, director, guión y actriz (Ullman)

AMIGOS MIOS

  Título original: Amici Miei Año: 1975 Duración: 109 min. País: Italia Dirección: Mario Monicelli Guion: Tullio Pinelli, Pietro Germi, Pier...